Para un análisis del uso del cuerpo desnudo como performance y política
En las protestas, esta desnudez estampada, algunas veces, es solo un estandarte, un cuerpo parado. Otras veces grita, corre o va en bicicleta, pero en la mayoría de los casos es una salida a la indignación causada por algunas prácticas sociales. Frecuentemente esta desnudez, sea en la protesta o en el performance artístico, se disputa en los brazos de un policía que pone cara de asco, se divierte o se aprovecha.
La desnudez muchas veces es callada antes de ocurrir, la desnudez anunciada es reprimida por la policía incluso antes de ser mostrada. Cuando esto sucede, se instala un malestar entre las personas que piensan al cuerpo desnudo como un medio de reacción a las circunstancias sociales y a determinadas causas, y resuenan gritos por todos los medios de expresión: periódicos, revistas, redes sociales.
En este tiempo-espacio histórico, la desnudez se muestra como una conexión entre la protesta y el performance artístico. Pero, ¿cómo se dan los procesos de uso de la desnudez tanto por parte de artistas como por activistas? Y ¿dónde, el pensamiento de la desnudez, conecta arte y política, y amplía la mirada sobre la expresión en la calle a través del cuerpo?
El performance que utiliza la desnudez perdió su lugar de expresión como lenguaje y adquirió un estatus de mecanismo político

La calle ha sido tomada por manifestaciones, protestas y acciones aisladas o vinculadas a una causa
Vivimos en un momento de cambios simultáneos, lo que nos deja sin tiempo para procesarlos