El patriarcado es un sistema ideológico, cultural, político y económico que reproduce las relaciones de poder desigual entre hombres y mujeres. Cuya lógica de poder es la supremacía del hombre sobre la mujer y de lo masculino sobre lo femenino, lo que reproduce la discriminación e inferiorización de la mujer y lo femenino, a esto también se le conoce como machismo.
El patriarcado nace desde las primeras sociedades humanas en donde la comunidad horizontal empieza a ser desplazada por formas de organización vertical que se constituirían en el hombre como “jefe” de la comunidad, mientras que las mujeres pasan a ser extensiones subordinadas a la figura masculina, de hecho pasan a ser mercancías que se cambian o se venden o se ofrecen como garantía. Este es el mismo proceso histórico en el que surge el Estado como separación de lo político de lo social, como ente de dominación de la sociedad, y la propiedad en el surgimiento de las familias monogámicas (en donde la familia es parte de la propiedad del hombre).
Este sistema surge como una de las bases más importantes del poder y aunque sus características se han modificado con el paso del la historia, sigue teniendo un papel fundamental en las actuales relaciones de opresión y explotación, y se sigue reproduciendo.