La desnudez en la calle

El pensamiento artístico tomó estos ambientes y responde, como en muchos otros momentos históricos, por la condensación de pensamiento, crítica, imagen y acción. El pensamiento artístico se propagó y se volvió constante en las acciones sociales
El cuerpo como centro y punto de confrontaciones políticas, el que recibe y se expone siempre ante la sociedad. El cuerpo… el eterno marginado, que queda en duda  cuando no se pronuncia claramente es violado, penetrado y humillado.
 
En nuestro acontecer mundial y nacional, la desnudez se convierte en una clara herramienta para desarmar simbólicamente el sistema, pero a su vez debe ser claro la conexión de la desnudez y el discurso que se proyecta. De lo performático a la calle.
 
 
En primer lugar, es importante decir que este artículo trata sobre un tema cuya ejecución está prohibida por ley en Brasil (1) y en muchos países.
 
En Brasil, la desnudez pública se encuadra jurídicamente como “acto obsceno” y su practicante puede ser detenido por hasta un año. Sin embargo, podemos ver en los periódicos cómo la desnudez en la calle viene siendo usada cada vez más en protestas por todos los rincones del mundo, en el escenario artístico brasileño e, inclusive, en el florianopolitano (2)

Para un análisis del uso del cuerpo desnudo como performance y política​

En las protestas, esta desnudez estampada, algunas veces, es solo un estandarte, un cuerpo parado. Otras veces grita, corre o va en bicicleta, pero en la mayoría de los casos es una salida a la indignación causada por algunas prácticas sociales. Frecuentemente esta desnudez, sea en la protesta o en el performance artístico, se disputa en los brazos de un policía que pone cara de asco, se divierte o se aprovecha.

La desnudez muchas veces es callada antes de ocurrir, la desnudez anunciada es reprimida por la policía incluso antes de ser mostrada. Cuando esto sucede, se instala un malestar entre las personas que piensan al cuerpo desnudo como un medio de reacción a las circunstancias sociales y a determinadas causas, y resuenan gritos por todos los medios de expresión: periódicos, revistas, redes sociales.

En este tiempo-espacio histórico, la desnudez se muestra como una conexión entre la protesta y el performance artístico. Pero, ¿cómo se dan los procesos de uso de la desnudez tanto por parte de artistas como por activistas? Y ¿dónde, el pensamiento de la desnudez, conecta arte y política, y amplía la mirada sobre la expresión en la calle a través del cuerpo?

El performance que utiliza la desnudez perdió su lugar de expresión como lenguaje y adquirió un estatus de mecanismo político

El performance se instaura a partir de las reacciones populares a través de la desnudez como medio que busca obtener atención social para determinada causa. Sin embargo, esta nueva percepción del uso del performance preserva mucha de sus estructuras básicas, como la relación espacial histórico-temporal y la reacción al poder público directo, intensificándolas. Al mismo tiempo, propone nuevas bases para su realización como, por ejemplo, el anonimato como elemento fundamental, el ciudadano y sus derechos como agente, y la utilización intensa de redes virtuales como mecanismos de organización y de divulgación posterior. Estos datos permiten pensar el performance artístico expandido y la transformación del lugar del performer. La proximidad entre el performance artístico y el performance social, mediada por la desnudez, muestra que el artista y el ciudadano común buscan, hoy, expresar sus opiniones políticas volviendo a un estado básico e irrevocable del ser humano: el cuerpo desnudo.
 
Esto los coloca en una misma línea de pensamiento, que torna lo artístico una parte recurrente del pensamiento popular, y lo político, en parte fundamental de un pensamiento performático. Estas conexiones están cambiando el compromiso performático y la presencia del artista de performance en el ambiente social. En este sentido, el artista de performance pierde un lugar de destaque e incomprensión, y es incorporado al medio, a los ciudadanos que ahora “practican” este arte sin necesariamente ser identificados como artistas. La hipótesis es que el performance que utiliza la desnudez perdió su lugar de expresión como lenguaje y adquirió un estatus de mecanismo político.
 
Fue pensando el cuerpo de la mujer que me aproximé a las discusiones sobre la fuerza de la imagen de la desnudez, y a cómo la desnudez se transforma de acuerdo a los espacios y con la acción que esta realiza o que se realiza sobre ella. La mirada cultural es más que un simple lente, pues ella posee ese aspecto de auto-censura/ observación que implica el control del cuerpo desnudo por razones determinadas culturalmente. [ ] En vista de que la identidad es fluida y gana disfrute a partir de discursos y performances, el cuerpo desnudo se torna identificable solamente después de ser sometido a la mirada cultural. (3)
 
Esta mirada cultural me ha acompañado en diferentes experiencias con la desnudez. Desde el punto de vista de quien actúa a través de ella, he percibido la fuerza que tiene la mirada de quien observa esta acción. Actúo en un espectáculo en el que represento un cuerpo muerto que es lavado por una empleada de una morgue. Desde hace más de cinco años hago y rehago el espectáculo Women’s, conjuntamente con Ana Fortes y André Carreira. Mi tesis de graduación trata sobre la desnudez en este espectáculo y, en ese análisis, concluí que el gran elemento castrador de la desnudez es la mirada del otro. Es a partir de estas percepciones personales y prácticas con el cuerpo desnudo, incluso de sus divergencias, que en mi trayectoria como artista e investigadora comencé a percibir los actos de desnudez en la calle a través de mecanismos mediáticos llegando a textos y teorías de la performance.
Performance Jessica Gonzalez Ni Una Menos
El cuerpo político de la performance es citado por Carlson cuando retorna a la historia de la performance y establece la clasificación de la performance política:
 
La obra de performance, basada en primer lugar en material autobiográfico y frecuentemente dedicada a dar voz a los individuos o grupos previamente silenciados, se tornó, a inicios de 1970 y permaneciendo hasta los años de 1990, la mayor parte del performance social y políticamente comprometida. Pero otro performance también comprometido se desarrolló de formas diferentes y, en general, más claramente resistentes. Aquí, como en el performance de la identidad, el camino fue tomado, tanto en la teoría como en la práctica, por mujeres, a pesar de que más recientemente hombres gays y minorías étnicas continúen desarrollando esas estrategias canalizándolas para sus propias preocupaciones. (4) 
 
En mi contacto con mujeres que desde hace algunos años vienen mostrando los senos en marchas por los derechos femeninos (la “Marcha de las Putas”, principalmente), inclusive en Florianó- polis, pude percibir este performance político pero poéticamente artístico–, visualmente cargado de significación. Sin embargo, esta manifestación aún estaba en el territorio de lo comprensible, pues eran cubiertas de razones políticas que yo conocía profundamente. Entonces comenzaron a aparecer otras manifestaciones en diferentes países a partir de ópticas muy diversas: el derecho de los animales, el derecho de andar en bicicleta de forma segura, la preservación de los derechos sociales, la indignación con el desequilibrio social, entre otras. Continuamente se puede ver un post de Facebook que se ha compartido innumerables veces y que se tornó un mantra virtual: La Iglesia dice: el cuerpo es una culpa. La Ciencia dice: el cuerpo es una máquina. La Publicidad dice: el cuerpo es un negocio. Y el cuerpo dice: yo soy una fiesta. (Eduardo Galeano). Este texto aparece compartido en el Time Line innumerables veces, siempre acompañado por una imagen antigua, tal vez una fotografía de los años 50 en la que dos personas, un hombre y una mujer, bailan desnudas en el campo, o en otras imágenes con diferentes enfoques, siempre sobre la base de la desnudez del cuerpo.
 
A pesar de que muchos de los que me conectan por la red social son personas involucradas con el arte, es común ver que este post es compartido también por personas que no tienen un vínculo directo con el hacer artístico. Lo desnudo aparece ahora también vinculado al ciudadano común, a pesar de que aún en el mundo virtual. La poética del cuerpo desnudo relacionado con la libertad y la simplicidad, la imagen básica del ser humano, ya está en el dominio público que no tiene, aparentemente, un contacto directo y frecuente con arte. En este post virtual sobre el cuerpo es visible, primeramente, la constatación de la condición del cuerpo desde diferentes puntos de vista, divididos en cajas , para la religión, para la ciencia y para el mercado. Más adelante hay la constatación que, aparentemente, intenta ser positiva y, a la vez, conflictiva con las afirmaciones anteriores: el cuerpo es una fiesta.

La calle ha sido tomada por manifestaciones, protestas y acciones aisladas o vinculadas a una causa

El efecto es la manifestación de aceptación del cuerpo desnudo. En este post, el cuerpo no es pesado, como antes. El cuerpo está en fase de liberación. En Florianópolis tuvimos tres eventos que muestran exactamente lo contrario a lo que se publica en la red virtual: el posicionamiento del gobierno y de la policía (y la sociedad en su conjunto) sobre el acto de desnudarse, sea cual fuere el fin, en la calle.
 
Como ya fue dicho, la desnudez en la calle se encuadra jurídicamente como “acto obsceno”, que puede costar a quien la practica hasta un año de prisión. La acción de desnudarse en la calle no posee licencia para ser realizada. En el 2012 y en el 2013 en la ciudad de Curitiba, el Erro Grupo, importante por su trayectoria de once años en la investigación escénica en la calle, presentó el espectáculo Hasard, en cuyo cierre, durante un juego de azar, contemplaba como una de las posibilidades la desnudez total de algunos de los actores. La policía estuvo alerta en los días de las presentaciones y reprendió a los actores.
 
En el 2010, el performer Betinho Chaves fue detenido en el campus de la Universidad Federal de Santa Catarina por presentar el performance Na brasa de Pindorama, en el cual estaba totalmente desnudo. Irónicamente, el performance formaba parte de la Semana Ousada das Artes (Semana Osada de las Artes), promovida por la institución en la que estaba siendo realizada y la Universidad del Estado de Santa Catarina.
Algunos alumnos llamaron a la seguridad del campus quienes se llevaron al performer a la comisaría donde, después de presentar su testimonio, fue liberado. En una conversación con un participante de la Pedalada , una protesta que es realizada en diferentes ciudades del país (parte del “World Naked Bike Ride”), en la que los participantes andan en bicicleta por las calles de la ciudad desnudos o semidesnudos. Uno de estos participantes cuestionaba la eficacia del acto. Para él, la mirada del público pasante se desviaba del tema que importaba: las condiciones de seguridad de quien anda en bicicleta en las calles.
 
La calle ha sido tomada por manifestaciones, protestas y acciones aisladas o vinculadas a una causa. La coyuntura social mundial ha mostrado una fuerza popular sin igual en lo que respecta a la articulación popular. La divulgación en los medios, principalmente los no oficiales como las redes sociales, nos muestra la preocupación de camadas sociales por las decisiones políticas o causas en general. La protesta ha llevado a las personas a las calles, ha tornado presente el cuerpo de aquellos que se encuentran o se organizan por el medio virtual. La acción de cuerpos desnudos se ha vuelto presente en diferentes protestas por diferentes causas, y esta acción no está desvinculada de un pensamiento crítico, político y, principalmente, estético y poético. La desnudez en estos lugares es un símbolo de un pensamiento que coquetea con el pensamiento artístico. ¿Por qué nos desnudamos? ¿Qué nos mueve? ¿Será la necesidad de mostrar que frente a la policía, al poder, al gobierno, no tenemos nada y que tenemos conciencia de eso? ¿Ni armas, ni armaduras, ni ropas, ni símbolos o marcas que nos identifiquen? ¿O estamos mostrando que la esencia del cuerpo, la desnudez, la fragilidad de la piel nos torna iguales y simplemente humanos? ¿O solamente queremos llamar la atención y sabemos que la desnudez aún es una acción desconcertante? ¿Será la reivindicación de una humanidad perdida? ¿Será una identificación animal con la naturaleza?
 
La crisis que se apodera de los pensamientos, que se desprende del capitalismo, del consumo; la constante apelación a causas ambientales, ecoló- gicas y de estructura urbana, sumadas, resultan cuestionamientos profundos sobre la sociedad actual. La constante insatisfacción con el sistema vigente, los modelos que se desmoronan el europeo y el estadunidense, principalmente–, y la constante e insistente búsqueda por ellos; el desdoblamiento de creencias religiosas y espirituales, las nuevas percepciones sobre el cuerpo y sobre el ser humano, aparentemente se derivan en acciones públicas que se mezclan con lo artístico y que reivindican el performance.

Vivimos en un momento de cambios simultáneos, lo que nos deja sin tiempo para procesarlos

Para una revisión política sobre la contemporaneidad es necesario visitar la obra de Zygmunt Bauman, principalmente O mal estar da pósmodernidade (El malestar de la posmodernidad), así como entrevistas y artículos publicados en los últimos tiempos, son valiosos para pensar la coyuntura de nuestra sociedad. Observaciones actuales como la situación de interregno momento de contradicciones y dudas que colocan a los ciudadanos en un ambiente caótico y con pocos, o casi ningún lugar para depositar sus certezas, inclusive tratándose de valores, nos dan una noción poética y profunda sobre la sociedad actual. Recientemente, comencé a llamar a la presente situación de situación de interregno. El interregno es un concepto bien antiguo, de la época de Tito Livio, un historiador de la Roma Antigua, que escribió la historia de Roma en Ab Urbe Condita , desde la fundación de la ciudad . El primer interregno ocurrió cuando el primer rey de la Roma Antigua, Rómulo, después de 38 años de reinado, murió. No está muy claro, pues algunos dicen que fue directamente al paraíso, que no murió. Pero desapareció después de 38 años. La expectativa de vida en esa época era de 38 años, lo que significa que, en el momento en el que murió, no había prácticamente nadie que se acordara de cómo era la vida antes de Rómulo. En todas partes, todas las prescripciones y proscripciones venían de una sola fuente: Rómulo. Y, de repente, él desaparece. Imagínese en esa situación. ¿Qué hacer? No se sabe qué hacer, de verdad. 
 
Para Bauman, esa situación es muy parecida con la que vivimos actualmente. Vivimos en un momento de cambios simultáneos, lo que nos deja sin tiempo para procesarlos. Es posible que generaciones futuras estén adaptadas para vivir en este remolino, pero nuestra época es la línea que separa el pasado del futuro, los cambios se encuentran exactamente en el punto donde vivimos y podemos tocar el futuro y el pasado. Esta puede ser una pista para comprender las motivaciones que llevan a las personas a regresar a su cuerpo y verlo como material expresivo, pero las implicancias de este acto y todo lo que proviene de él, merecen estudios profundos. Cuando pensamos en la desnudez, el cuerpo se resume a la imagen y al contexto, activados por la acción. Es posible decir que la desnudez como tema, alejada de la materialidad y del objeto cuerpo, está intrínsecamente relacionada a una acción, por eso aislada del cuerpo en su totalidad. Desde esta perspectiva, informaciones sobre este cuerpo, sus subjetividades, identidades, su salud, etc., no son tan relevantes como la imagen, como el acto de desnudarse y el contexto social y espacial en que se inserta.
 
El pensamiento artístico tomó estos ambientes y responde, como en muchos otros momentos históricos, por la condensación de pensamiento, crítica, imagen y acción. El pensamiento artístico se propagó y se volvió constante en las acciones sociales. El ciudadano hace arte porque le sirve de mecanismo, de medio y método; porque el arte es parte de la composición social de la cual él también es parte, y por la cual él es hecho. No se puede parar o encajonar la expresión humana, y por eso el performance toca la calle y se traduce en protesta artística sin que, necesariamente, apele a esta clasificación.
 
La desnudez en las protestas es el símbolo de una revolución de pensamiento tanto para aquellos que están conectados al pensamiento del performance, como para el arte del performance, que hoy habita otros espacios, naturalmente. Es fundamental mostrar las conexiones visibles entre el performance artístico y la protesta. Revelar estas conexiones, expandiendo el concepto, ampliando la mirada sobre la manifestación pública, conectando artistas y sus acciones, y ciudadanos y las causas que los llevan a pensar performáticamente.
 
 
Bibliografía:
 
1.De Florianópolis, ciudad de Santa Catarina, Brasil (N. del T.)
 
2 Cf. Florence Dee Boodakian: “Despindo os códigos: gê- nero, relativismo cultural e o corpo un”, Wilton García (Org.): Corpo e subjetividade – estudos contemporáneos, Factasch Editora, São Paulo, 2006, p. 143.
 
3. Marvin A. Carlson: Performance: uma introdução crítica, Traducción de Thaïs Flores Nogueira Dinis, Maria Antonieta Pereira, Editora UFMG, Belo Horizonte, 2009, p. 115
 
4. Zygmund Bauman: “Sociedade do consumo e do crédito não funciona mais”, entrevista concedida al periodista Sílio Boccanera, Programa Milênio, Globo News, 2012. Publicada en Consultor Jurídico, http://www.conjur.com.br/2012-jan-27/ ideias-milenio-zygmunt-bauman-sociologo-polones
 

 

Regala un comentario 🥰👇🏾

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Taller en La Morada de Bordado | Las Comadres Púrpuras
La Morada
Las Comadres Púrpuras

Taller | Vulva en Hilo: Bordando Feminidades

Siul Rasse, artista plástica, reconocida recientemente con el 3er Premio en el 24° Salón Jóvenes con FIA 2024. Nos invita a sumergirnos en la experiencia del bordado en un taller teórico práctico.

Leer más »

SALUD - GOCE - LIBERTAD

Nos puedes escribir a: lascomadrespurpuras@gmail.com