Reflexiones entorno a la violencia
Hacia la erradicación de todas las formas de violencia posible
En la tercera entrega de las Conversas Púrpuras, que lleva por nombre “Hacia la erradicación de todas las formas de violencia posibles. Reflexiones en torno a la violencia”, la jornada correspondiente a este jueves 28 de noviembre se inició con las palabras de bienvenida por parte de la anfitriona de las Comadres Púrpuras y por la Presidenta del Instituto Goethe, seguidamente, la profesora y militante feminista, Gioconda Espina, dio las palabras de introducción, luego se desarrollaron dos (02) mesas de trabajo que impartieron los temas del “Desplazamiento forzoso en la realidad de las mujeres” así como el de “Mujeres y la violencia de Estado”, respectivamente, y por último, se proyectó la película alemana Die fremde (La extraña) de la directora Feo Adalag.
Con las palabras de bienvenida al evento se dio cuenta del contexto en el cual se desarrolla esta tercera entrega de las Conversas Púrpuras –la crisis económica, política y social venezolana actual–, la importancia de mostrar la diversidad del feminismo en Venezuela, tanto por parte de investigadoras militantes como por colectivos LGBTQI, la necesidad de trascender la polarización política y visibilizar la situación precaria en la que se encuentra la mayoría de las mujeres en el país.
En las palabras de introducción titulada “Feministas venezolanas de 2005 a hoy”, la profesora Gioconda Espina realizó un esbozo histórico del movimiento feminista en Venezuela, un bosquejo de la historia reciente de las mujeres organizadas, en la que dio cuenta de las acciones y movilizaciones por parte diversas organizaciones de mujeres en su lucha por la conquista de derechos, los logros alcanzados, las oportunidades actuales que se pueden aprovechar y los desafíos que hoy día deben enfrentarse las mujeres para avanzar por sus derechos y por su plena participación política. Destacó que en el contexto de las elecciones parlamentarias del año 2005, en la que la oposición tomó la decisión de no participar par de días antes de esta jornada electoral, había en el país una “fuerza bolivariana de mujeres”, sin embargo, esta no estaba comprometida con la agenda feminista, esto es, la lucha por la garantía de los derechos sexuales y derechos reproductivos, por la seguridad social para las mujeres, por la inclusión de los derechos para la diversidad sexual, el derecho a la interrupción del embarazo, entre otras demandas fundamentales; en este preciso sentido, enfatizó la importancia de que el activismo de mujeres defienda todo marco legal y establezca toda alianza táctica que contribuya con la consecución de los objetivos esta agenda mínima feminista.
Por otra parte, señaló que el movimiento feminista venezolano nunca ha sido masivo, más bien pequeño, pero bastante combativo; este movimiento ha sido conformado históricamente, en su gran mayoría, por mujeres universitarias de la clase media, y esta realidad se repite hoy en la nueva generación de militantes feministas quienes en el contexto de la crisis económica, política y social actual, deben sortear la polarización y unificar las luchas de las mujeres en torno a la agenda.
La primera mesa de trabajo, “Desplazamiento forzoso en la realidad de las mujeres”, inició con la proyección en video de la intervención de Francesca Bonalda, “Mujeres y contexto migratorio en Europa”, quien con sus palabras recalcó los problemas estructurales de las mujeres migrantes en Europa (la violencia vivida por las mujeres en sus países de origen, en su tránsito hacia otro país y en el país destino), los conflictos generados por la restricción de migración por los principales países europeos, señaló que el año 2015 fue considerado el año de la “crisis migratoria” por el aumento vertiginoso de los y las migrantes (de unos 600.000 migrantes aprox. en el año 2014, se pasó a 1.300.000 migrantes en 2015), enfatizó la política migratoria ambivalente de Alemania en la que hubo una apertura de sus fronteras en 2015 y en la que se dio asilo político a muchas mujeres bajo el argumento de la situación de violencia de género sufrida por estas en sus países de origen (Turquía y Libia). Por último, Francesca realizó una breve descripción de par de organizaciones de las que formó parte: la organización “Multitudes”, que brinda trabajo de apoyo, ayuda en el proceso de crianza, imparte clases de idioma, entre otras; y la organización “Terre de femmes”, organización que se dedica al trabajo de lobby y articulación con diversas instancias estratégicas.
Luego se dio la intervención de la socióloga, investigadora y militante feminista Anais López Caldera, “Características de las migrantes venezolanas en Colombia”; en esta exposición, la autora realizó una breve descripción de una compilación de los resultados arrojados por otras investigaciones y se hizo un análisis de los principales resultados de informes como el de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela; del Centro de Justicia y Paz (Cepaz) y del Servicio Jesuita de Refugiados (SJR). Entre los aspectos destacados encontramos que la migración venezolana no solo ha impactado a nuestro país sino a la región, como dato medular se estima un aproximado de 5 millones de emigrantes venezolanos entre 2017 y 2019, por lo que hoy día se incluye el caso venezolano como un caso particular de investigación sobre migración. Anais señaló en su análisis de los principales datos estadísticos el contexto de la salida (migración por crisis económica, por persecución política, etc.), la vulnerabilidad e hipersexualización de las mujeres migrantes venezolanas, cuáles han sido las redes de apoyo, quiénes han migrado gestantes, con hijos o han dejado con familiares en su país de origen; por último, se realizó una breve descripción de los resultados de un análisis de medios sobre el tema de las migrantes venezolanas, así como las políticas xenófobas impulsadas por algunos gobiernos de la región, como el de Ecuador.
Con el título “Impacto de la migración de las mujeres”, la Directora de la Asociación Civil “Éxodo”, Dorennys Angulo realizó un análisis de los resultados estadísticos de diversos informes e investigaciones sobre la migración venezolana. En primera instancia, planteó una crítica sobre la falta de desagregación por sexo, la ausencia de un enfoque de género en el levantamiento y exposición de resultados de los informes, no permite la identificación de la situación específica de las mujeres migrantes venezolanas.
Como primer dato, Dorennys destacó que históricamente las mujeres, fundamentalmente jóvenes, son quienes han migrado en mayor proporción en comparación con los hombres. Entre los otros datos estadísticos fundamentales, la ponente puso énfasis en lo siguiente: el trabajo al que se dedican las mujeres migrantes en el país destino, las razones por las cuales emigran, la situación de las mujeres-madre y sus hijos (quienes emigran con sus hijos, quienes los dejan en su país de origen), el tema de la trata de mujeres (en su mayoría jóvenes y niñas), y por último, los cuadros de violencia a los que se ven sometidas las mujeres (en el país de origen, en el tránsito migratorio y en el país destino).
La segunda mesa de trabajo, “Mujeres y la violencia de Estado”, inició con la exposición de Vanessa Vargas con su ponencia “La otra ciudad”. Vanessa comenzó realizando un cuestionamiento a la neutralidad del ordenamiento del espacio social urbano, pues la ciudad está pensada y construida para los hombres; destacó que la ciudad no está hecha ni pensada para las mujeres. En ese preciso sentido, señaló que el patrón de movilidad de las mujeres es bastante disímil al de los hombres: la mayoría de las mujeres usan el transporte público, realizan muchos viajes cortos, la mayoría está acompañada de hijos, adultos mayores, personas con movilidad reducida, y debido a la constante exposición a situaciones como el acoso y demás tipos de violencia, las mujeres terminan siendo confinadas al espacio privado.
Por otra parte, planteó que la crisis económica actual ha afectado a las mujeres profesionales quienes se han visto obligadas por las circunstancias a dejar su trabajo productivo formal, para dedicarse por entero a la crianza de los hijos. Ante esta realidad Vanessa propone que es necesario que las mujeres ocupen y habiten el espacio público con miras a pensar esa otra ciudad pensada para las mujeres, que exijan que los planes de movilidad desplegados por las distintas instancias del Estado tengan perspectiva de género, y por último, puso énfasis en que solo a través de la lucha en todos los ámbitos será posible construir esa “otra ciudad”.
La segunda y última ponencia correspondiente a esta segunda mesa de trabajo correspondió a la historiadora y feminista Niyireé Baptista, cuyo título fue “Maternalismo político en la Revolución bolivariana”. En esta intervención, Niyireé explicó brevemente el planteamiento central de su investigación: cómo la llamada Revolución Bolivariana, con los gobiernos de Hugo Chávez (1999-2013), a pesar de asumirse como un proceso de cambios y rupturas con el orden social y político venezolano del llamado “puntofijismo” (1958-1998), siguió reproduciendo la lógica de la maternidad. En primera instancia, la ponente definió el maternalismo político, entendido este como la institucionalización por parte del Estado de políticas de atención a las mujeres, exclusivamente desde su rol de madres y cuidadoras; luego, destacó tres etapas de la Revolución bolivariana en las que se desarrolló el maternalismo político:
1) Inclusión, legitimación y ampliación de la participación popular (1999-2002).
2) Nacimiento de las misiones, el proyecto bolivariano y su curso al socialismo (2003-2005).
3) Acentuación del carácter socialista de la Revolución (2006-2012).
Estas etapas se caracterizaron por la expresión del maternalismo político en varios momentos: la Asamblea Nacional Constituyente (1999), la construcción de una nueva institucionalidad (Instituto Nacional de la Mujer, Banco de la Mujer, Misión “Madres de Barrio”), construcción de las identidades de la mujer, dirección de la participación de las mujeres a tareas que se consideran “secundarias” y, por último, la identificación y participación de las mujeres con el maternalismo político.
Entre las intervenciones del público asistente en relación con las ponencias de las mesas podemos señalar que una participante enfatizó que la acción política de lo femenino de debería dar en todos los ámbitos y dimensiones, sin negar la importancia de la maternidad. Otra participante comentó que muchas movilizaciones y el apoyo popular de las mujeres dentro del chavismo reprodujeron los patrones hegemónicos propios de la cultura patriarcal.
Una tercera intervención del público participante indicó la importancia del tema del cuidado y la crianza, sin ánimos de embellecer a la maternidad, que se deben generar propuestas de base para que el Estado incida en formas alternativas y colectivas de gestación y crianza.