Caracas, Noviembre 2019. – El tema del aborto está fuera del debate público y de las agendas políticas en Venezuela. La legislación en este tema se ha mantenido intacta por más de 100 años aun cuando ha habido algunos intentos por despertar el debate y lograr cambios normativos, liderados esencialmente por representantes de la sociedad civil.
El Código Penal venezolano prohíbe el aborto en sus diversas formas, excepto para salvar la vida de la parturienta (llamado “aborto terapéutico”) y sólo disminuye la penalidad en el caso que se haya cometido para salvaguardar el honor (“aborto honoris causa”). Así, Venezuela exhibe uno de los marcos legales más restrictivos de América Latina y el Caribe en materia de aborto. Pero ello no erradica su práctica, y contribuye al alto subregistro y al desconocimiento del impacto real en la morbilidad y mortalidad de las mujeres en el país. No existen estudios ni cifras oficiales sobre la tasa de aborto inducido que puedan dar cuenta de la realidad, y son pocos los datos que desde la sociedad civil se ha podido recabar.
Ante esta situación, un grupo de organizaciones de la sociedad civil se movilizaron detrás de la campaña #MadreSiYoDecido en favor de abrir el debate en torno al aborto, teniendo como uno de sus ejes fundamentales aclarar mitos en torno a esta práctica y brindar información exacta sobre este tema en el contexto venezolano.
Defendiendo el derecho de las mujeres a decidir sobre su sexualidad y reproducción
La campaña incluyó diversas actividades que tuvieron como escenario la ciudad de Caracas, además de Maracaibo, Barquisimeto y Mérida. También abarcó actividades divulgativas y formativas de activistas y personas interesadas en la temática de interrupción voluntaria del embarazo en Venezuela.
El objetivo central de estos esfuerzos ha sido demostrar que el aborto es un tema sobre el cual se debe hablar en el país, desde la perspectiva del derecho de las mujeres a decidir sobre su sexualidad y reproducción, derecho que actualmente se ve vulnerado por el marco jurídico restrictivo que lo prohíbe.
La campaña tomó una cayena magenta como elemento principal, la cual representa la identidad de la mujer venezolana. La flor es colocada en un abanico concebido como el espacio que abriga y contiene las ideas, pero que además es una herramienta que nos permite refrescar el ambiente de éste acalorado e importante tema de discusión. La campaña invitó a acercarse al debate y a la reflexión desde una imagen cálida y fresca que se contrapone a posturas rígidas que niegan a las mujeres el derecho a decidir sobre sus cuerpos y su reproducción.
Durante el mes de octubre activistas, estudiantes y defensoras de derechos de las mujeres realizaron 12 foros en cuatro ciudades del país logrando sensibilizar e informar a 270 personas. Las temáticas de los foros fueron diversas, abordándose los aspectos legales y el marco normativo venezolano; la experiencia de las propias mujeres que transitan por la experiencia de abortan clandestinamente o la historia de la lucha por la despenalización del aborto en Venezuela.
También se abordaron aspectos vinculados a los servicios de información y atención post aborto, se aclararon dudas y se informó la situación actual del aborto en el país. En estas actividades se pudo constatar el altísimo nivel de desinformación de las y los participantes sobre este tema, pero además sus concepciones basadas en doctrinas religiosas, todo lo cual apunta a que estos debates deben continuar.
Esta es la primera experiencia venezolana dirigida a brindar formación en materia de aborto a jóvenes activistas de diversas organizaciones, con intereses y posturas políticas diversas, que además provienen de distintas ciudades del país.
En esta campaña trabajaron de manera articulada 19 organizaciones y colectivos de mujeres, quienes además de realizar los foros presenciales llevaron los mensajes de la campaña a las redes sociales, logrando posicionar la etiqueta #MadreSiYoDecido como tendencia en la red social twitter para Caracas y Venezuela, durante el primer día de lanzamiento de la campaña, 20 de septiembre de 2019.
