En los últimos años de crisis general nos hemos mantenido resistiendo frente a una pérdida innumerable de derechos de todo tipo, sin embargo en los últimos meses hemos recuperado la capacidad de movilización, hemos reconstruido una moral de lucha que cada día suma más sectores del descontento popular.
Hoy podemos decir que hay la posibilidad de levantar un fuerte y combativo movimiento de trabajadores para luchar contra los salarios de hambre que impone el gobierno.
La lucha de las trabajadoras y trabajadores poco a poco se han convertido en una de las fuerzas sociales que con su movilización representan el descontento general y la voz de lucha y dignidad de todas y todos. Pero ahora que empiezan a crecer las protestas laborales en todo el país, la clase política intenta retomar el control con uno de los instrumentos con los que ha gobernado en los últimos años: la polarización.
Cada vez que se empieza a desarrollar luchas autónomas en los distintos sectores de la sociedad, la polarización pareciera ser una estrategia primero para la fragmentación de las luchas y luego para que los dirigentes políticos se apropien de los esfuerzos de las miles de personas que nos organizamos para luchar por nuestros derechos y por una vida digna.
Frente a esta situación queremos dejar un claro mensaje: la polarización es un problema de los partidos y los “políticos de profesión”, hoy el movimiento de trabajadores crece para enfrentar unidos las políticas de hambre que impone el gobierno.
Es un movimiento por la dignidad de las trabajadoras y trabajadores, no para que los políticos re-oxigenen sus cada ves más grises liderazgos. Es la hora de la movilización de los trabajadores, un saludo y apoyo total al paro de los docentes.