Este es un intento de reportaje que llevo escribiendo desde hace casi tres meses, y digo intento porque las investigaciones realizadas no han sido consultadas de fuentes directas, sino que se basan en descripciones y criterios de publicación que adopta cada medio comunicacional web, que son muy diversos. Vale acotar que este tipo de reseñas referidas a los asesinatos de mujeres venezolanas fuera de Venezuela, migrantes, que es el tema que vamos a tratar en este texto, son muy poco reseñadas en los medios comunicación oficiales de nuestro país, quedan solo expuestas en algunas páginas de noticias en la sección de sucesos de forma amarillistas.
La crisis social económica y política que estamos atravesando trae diversas consecuencias y se expresa en diferentes niveles, podemos ver un país cargado de bachaqueros y bachaqueras, militares y civiles corruptos, niños y niñas comiendo de la basura, una cantidad de personas caminado las calles por falta de transporte o trepándose en cualquier camionetica o “perrera” que cobra el pasaje que se le venga en gana sin ninguna regulación, protestas en casi todos los sectores prestadores de servicios en el país como por ejemplo, médicos/as y enfermeras, multitud de personas cruzando las fronteras en las peores condiciones para intentar conseguir una mejor situación ante la aplastante realidad.
A este panorama se le suma la incompetencia y desapego casi que radical ante la situación que viven los venezolanos y venezolanas diariamente por parte del gobierno venezolano, el cual muestra su discurso vacío e inoperante que no busca transformar la realidad sino que pareciera que cada día quisiera empeorarla más.
El incremento de la trata de personas con fines sexuales, principalmente de mujeres que en busca de mejores condiciones de vida caen en este oscuro mercado
Estas han sido una de las pocas consecuencias que directamente podemos ver de la crisis general que como país estamos viviendo. Existen otras consecuencias que de manera directa no vemos pero que ocurren diariamente, y es el incremento de la trata de personas con fines sexuales, principalmente de mujeres que en busca de mejores condiciones de vida caen en este oscuro mercado, así como la prostitución de niñas, adolescentes y adultas en sectores fronterizos.
No existen datos oficiales ni ningún organismo gubernamental que atienda esta situación. Ni siquiera el Ministerio del Poder Popular para la Mujer o alguna comisión de la Asamblea Nacional Constituyente se aboca ante esta situación . A muchos no les gustan las organizaciones sin fines de lucro como las ONG pero son las que en estos momentos manejan algunos datos, que nos sirven para ver lo alarmante de la situación ante tanto vacío informativo e investigativo:
En 2 años aumentó 300% el número de casos de víctimas de esclavitud moderna, específicamente, la trata de personas. Hasta 2018 tenemos un registro de 198.800 víctimas; si se revisa el comparativo del período anterior, 2014-2016, se proyecta que en los próximos 2 años podrían contarse 600.000 venezolanas víctimas de esclavitud moderna, si este ritmo no se detiene”, advirtió alarmada Beatriz Borges, directora del Centro de Justicia y Paz.
En este contexto, el cuerpo de las mujeres se encuentra mucho más frágil. La mayoría de estos actos que han sido cometidos algunos por sus parejas sentimentales, otras por parejas sexuales por medio de relaciones de trabajo pagado. La mayoría de las mujeres asesinadas han sufrido algún tipo de tortura, desfiguración de rostro o intento de violación. Se ubican entre las edades entre 20 y 40 años.
A continuación, una recopilación de casos de mujeres venezolanas victimas en el exterior:
Maribella Guerrero Sánchez
Deceso: 3 de marzo 2018.
Edad: 39 años.
País del suceso: Colombia.
Femicidio
Asesinada de al menos seis disparos, luego de que en compañía de una amiga entró a un bar ubicado en el municipio del Catatumbo El Aguilón, Colombia.
Nancy Arlenys Quiroz Aguilar
Deceso: 3 de marzo 2018.
Edad: 22 años.
País del suceso: Colombia.
Feminicidio.
Los medios así lo reseñan:
“la rumba y la música a alto volumen fueron cómplices del crimen de Nancy Arlenys, en un bar ubicado en el corregimiento La Gabarra de Tibú. Todo parecía normal. Un hombre llegó al prostíbulo Las Vegas, en la noche del sábado, pidió los servicios de Quiroz y de inmediato la pareja se dirigió hacia una de las habitaciones del negocio. Minutos después, el pistolero sacó su arma y le disparó a la mujer en varias oportunidades, causándole la muerte”.
Kenny Finol
Deceso: 1 de Marzo 2018.
Edad: 26 años.
País del suceso: México.
Feminicidio.
Fue uno de los casos más reseñados por los medios por la brutalidad del crimen cometido hacia ella, además de que se encontraron varios vídeos que ella había grabado donde se reflejaban los actos de violencia que ella había sufrido con anterioridad. Trabajaba como escort (dama de compañía).
Su cuerpo fue encontrado en la vía pública con signos de violación, torturas y su rostro desfigurado con ácido. Se presume que su asesinato fue cometido por un sicario por su pareja sentimental.
Wendy Vaneska
Deceso: 4 de febrero 2017
Edad: 26 de años
País del suceso: México.
Feminicidio.
Fue encontrada sin vida con un tiro en la cabeza. Wendy tenía que abandonar la habitación que había contratado exactamente 24 horas antes. Ahí, a unas cuadras de La Condesa, uno de los barrios de moda de Ciudad de México, conocido por sus numerosos locales de copas, tiendas boutique y caros restaurantes, se había disparado un arma y nadie lo había escuchado hasta la hora del check out.
Andreina Escalona
Deceso: 24 de diciembre 2017.
Edad: 27 de años
País del suceso: México.
Femicidio.
Recibió múltiples disparos, cuando se trasladaba junto a un hombre identificado como Rodrigo Ovidio Salas González, de 31 años de edad, en un automóvil Mercedes Benz, por la ciudad mexicana de Monterrey.
Susjes Mejías
Deceso: 4 de noviembre del 2017
Edad: 26 años
País del suceso: Chile.
Feminicidio.
Tenía seis meses viviendo en el apartamento con Carlos Valera, y según la información de vecinos, se escucharon los gritos de una discusión. Este la acuchillo repetidamente en el toráx.
Génesis Gibson
Deceso: 16 de Noviembre del 2017
Edad: 24 años.
País del suceso: México.
Feminicidio.
«Karen quien conocía a Génesis, era su amiga. Le había perdido el rastro desde febrero, cuando la venezolana había desaparecido. «La acuchillaron y le hicieron de todo y la dejaron asfixiada y muerta con un moño (lazo) en el cuello», le escribió Karen a su madrastra. La explicación que sigue es escalofriante: «Ella era novia de un político y ni eso la salvó»
Verónica Raga
Deceso: 5 de diciembre de 2017.
Edad: 22 años.
País del suceso: Colombia.
Feminicidio.
Fue encontrada en un terreno cercano a su lugar de trabajo con su cuerpo violentado
Wendy
Bandera
Deceso: Diciembre 2017
Edad: 25 años.
País del suceso: Estados Unidos
Feminicidio.
El presunto homicida no quiso aceptar el divorcio y existen claros indicios de que en un ataque de ira la apuñaleó recurrentemente hasta ocasionar la muerte.
Romina Andreína Peraza Torres
Deceso: 15 de febrero 2017.
Edad: 34 años.
País del suceso: Panamá.
Feminicidio.
El novio de la víctima habría obligado a una amiga de su pareja a que grabara cómo la violaba poco antes de asesinarla.
Escuché gritos en el cuarto y cuando fui a la habitación él tenía un cuchillo en la mano. La amenazó con que le diera el celular y la obligó a desnudarse. A mí me obligó a que los grabara con el teléfono, mientras la violaba y me dijo que, si no lo hacía, nos mataría a ambas”, contó la mujer el viernes durante la audiencia en contra de Oscar Flores, de 38 años, autor del crimen.
La mujer también reveló que Flores le ordenó calentar agua para desfigurarle el rostro a su novia.
Lorena Cardozo
Deceso: 18 de marzo del 2018
Edad: 21 años
País del suceso: Ecuador
Feminicidio.
Un taxista es el principal sospechoso, fue encontrada desnuda muerta en una calle de Manta- Ecuador con presuntos rasgos de violación.
Esta realidad es una de las miles de consecuencias que trae la crisis que estamos viviendo, una realidad que no se hace muy visible pero que impacta fuertemente a la mujer venezolana. La ola migratoria trae estas devastadoras consecuencias en muchas mujeres, donde el cuerpo se convierte en el mejor instrumento de explotación.
La mayoría de estas mujeres son trabajadoras sexuales que les ofrecen en la mayoría de los casos, grandes expectativas de mejores condiciones económicas para ella y su familia, sumergiéndose en un mercado peligroso donde no existe ninguna garantía, las cuales terminan siendo asesinadas y torturadas por sus mismos clientes. Por otro lado, están las asesinadas por sus parejas sentimentales, se puede presumir que muchas de ellas vivían situaciones de violencia de género en Venezuela, y que bajo la promesa de “todo va a cambiar yéndonos de aquí” se embarcan a salir del país pensando que las cosas van a ser diferentes de lo que eran, siendo peor, ya que una de las características de migración forzada es que muchas de las mujeres viajan sin papeles, sin ningún familiar y sin saber el lugar a dónde se dirigen. La soledad y desconocimiento del nuevo lugar donde van a residir son unos de los elementos que causa mayor vulnerabilidad en las mujeres.
Nombrar a todas estas mujeres es un acto de rescatarlas del olvido y reivindicar la vida que les fue arrebata por la violencia patriarcal, por la violencia del olvido y la invisibilización de una realidad agobiante. Realidad de la que nadie se hace responsable, pero al parecer, sí existen muchos culpables, los cuales hasta ahora ninguno ha pagado.
¿Qué va a pasar de ahora en adelante?
¿Dónde deben acudir las mujeres víctimas de violencia que se encuentran fuera del país?
¿Nadie va a decir nada de lo que ocurre con mujeres y hombres en las fronteras venezolanas?
La indolencia hacia los cuerpos oprimidos y explotados se volvió nuestro pan de cada día.