El próximo #8M diversas agrupaciones feministas nos hemos organizado para salir a la calle y exigir Justicia Para Todas Las Mujeres representando en Venezuela la emergencia del movimiento feminista mundial que ha venido organizando paros y movilizaciones en todo el mundo.
Los últimos días se han expuesto el creciente número de femicidios en el país, con casos cada vez más atroces y preocupantes.
En el marco de una situación política que ha hecho de la violencia y la precarización de la vida el lenguaje permanente de la gubernamentalidad, las relaciones de poder son impuestas a las mujeres a través de la dependencia, la vulneración de derechos políticos, económicos, sociales y laborales, la migración forzada, la impunidad y la corrupción. Una verdadera violencia sistemática que empieza a escurrirse en la sociedad y en las relaciones humanas que entablamos todos los días.
Las mujeres hemos venido recibiendo los golpes de la crisis que atraviesa al país, pero también los golpes de una sociedad fragmentada que reproduce la violencia, incluso encubierta en la intimidad de las relaciones afectivas.
Este domingo 8 de Marzo, día de la mujer trabajadora, nos movilizamos, alzamos nuestra voz rebelde contra la impunidad -la otra cara de la violencia-, contra ese pesado legado patriarcal de nuestras sociedad, que busca convertir las diferencias sexuales y las diversas de las identidades en relaciones de poder y subordinación.
Creemos que es posible una sociedad en donde la diferencia sea fundamento de equidad y libertad, en donde ser mujer no signifique una determinada carga de riesgos y violencias.
El #8M es un día de lucha por la vida de las mujeres, contra la violencia que el poder disemina día a día en la sociedad, por ello desde Venezuela nos unimos al paro mundial feminista que sigue irrumpiendo #PorTodasLasMujeres.
Como mujeres no promovemos la guerra impuesta por las élites políticas, nuestra lucha es por recuperar nuevamente los espacios que han sido territorializados por los partidos hegemónicos. Nuestra apuesta y proyecto está en la reconstrucción del tejido social que ha sido utilizado bajo una lógica de capitalización propagandista por factores oficialista y de la oposición tradicional. Señalamos como las prácticas de venta de soberanía y territorio al servicio del extractivismo están aplacando nuestros cuerpos y territorios en una dinámica de consumo y precarización, donde los trabajos de reproducción y sostenimiento de la vida son apartados de la discusión nacional para sostener el discurso gubernamental donde la mujer es vista como la incubadora para la patria o sostenedora del estereotipo de la mujer vitrina servil a la familia y al hogar.
¡Frente a la machocracia nos rebelamos!
Nos vemos en las calles