
Historia | La redefinición de las identidades
Nuestra sangre es la mezcla de opresor y el oprimido somos contradicción andante y se nos impuso un modo de vida, una religión distinta, unas costumbres diferentes.

Nuestra sangre es la mezcla de opresor y el oprimido somos contradicción andante y se nos impuso un modo de vida, una religión distinta, unas costumbres diferentes.

El cuerpo siempre ha sido un espacio de otros, un espacio para profanar, hurgar, violar y despojar.