Desde que fue anunciada la posibilidad de cambio de interlocución política nos anotamos con la claridad que se merece ver la importancia y necesaria alternabilidad, la división de poderes y la eliminación del Estado de excepción que data desde hace aproximadamente 8 años y que se ha agudizado en las últimas horas, donde el poder-sobre la población que reclama derechos, se evidencia en la tortura, desapariciones, éxodo masivo, detenciones arbitrarias que han trastocado la vida misma como nunca antes.
Es importante resaltar que, las elecciones del pasado 28 de julio de 2024, fueron para muchas personas su primera votación, y sólo han visto un escenario de violencia, represión y escasez. En los últimos días, la esperanza se ha empañado (pero no ha desaparecido) por la preocupación, la ansiedad, el malestar de lo que ocurrió: “un malandreo electoral” donde los resultados fueron expresados sin tener actas publicadas y difundidas oficialmente de manera nacional, que respalden lo dicho y posteriormente se llevó a cabo una autoproclamación televisada.
La gente no pudo quedarse en silencio y a sabiendas de la política represora del Estado, salió a las calles, muchas de manera espontánea sin la dirigencia de ningún partido político, para hacer valer el derecho a expresarse libremente (artículo 57 de la Carta Magna venezolana) y a manifestar el descontento del proceder electoral, no obstante, desde Miraflores, no hay una intención mínima a nivel público de escuchar ni dejar hablar y arremeten con violencia contra la población venezolana con sus brazos ejecutores de la represión Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Policía Nacional Bolivariana (PNB) y grupos parapoliciales, mejor conocidos como “colectivos” que están armados y han venido arremetiendo sistemáticamente contra cualquier manifestación de la defensa de los derechos humanos en estos últimos años. Arremeten sin compasión contra personas que estaban -y todavía están- manifestando el descontento.
Todo esto nos ha llevado a problematizarnos los autocuidados y cuidados colectivos, como prácticas mediadoras de la seguridad y contención en un contexto de violencia. Las redes de apoyo, la comunicación asertiva, la información veraz son elementos fundamentales e ineludibles en este momento.
Somos afines a la vida, a los Derechos Humanos, al respeto de la otredad, y sobre todo a la libertad en un contexto donde el Poder y los poderosos han buscado perversamente secuestrar en un hecho nefasto de censura el acceso informativo, y esta vez, censura los resultados electorales con la connivencia del organismo correspondiente: el Consejo Nacional Electoral (CNE), que han sido tildados por observadores internacionales de poco transparentes.
Frente a una descarada práctica de maltratar nuestro pensamiento crítico inhabilitando el acceso a la información, además de acelerar un proceso de proclamación fuera del período correspondiente de Nicolás Maduro, nosotras:
- Hacemos un llamado a la claridad del momento histórico que estamos viviendo por parte de las dirigencias políticas gobernantes y participantes del proceso electoral, basta del ocultamiento de la información. Hay que habilitar la confianza y la transparencia.
- Observamos una avanzada de la violencia tanto física, verbal y psicológica por parte del Estado, que amedrenta la intimidad incluso del hogar, imponiendo toques de queda, acoso y persecución a personas que han participado en las protestas pacificas. Denunciamos un riesgo importante a la salud mental, física e incluso espiritual de las personas que habitamos este territorio llamado Venezuela sólo por denunciar LAS PRÁCTICAS VIOLENTAS.
- Hacemos un llamado a la reflexión internacional a cuidar, acompañar y hacer eco de lo que vivimos en Venezuela, desde una perspectiva de la vida digna. Basta del dogmatismo y fundamentalismo político para hacer de nuestra existencia un laboratorio ideológico afines a intereses políticos y económicos de parcelas de poder.
- Como mujeres anti patriarcales y anticoloniales no promovemos la guerra ni métodos que alienten al terror y a la muerte. No compartimos ninguna medida que acorrale la vida a lo privado mediante la militarización del país.
- Como mujeres antirracistas denunciamos que en mayor medida el ejercicio de la violencia, está siendo ejercido sobre los sectores populares del país. Rechazamos la militarización de los territorios y la criminalización de las comunidades, exigimos respeto a los DDHH de todxs.
- Señalamos, que el tratamiento histórico que se le ha dado a la mediación de la protesta por parte del Estado Venezolano, debe ser inmediatamente transformado. Vemos con preocupación y una profunda solidaridad, como los hogares venezolanos son enlutados, y permanecen en vigilia frente a desapariciones. Nos preocupa la narrativa de guerra por parte del Estado, para criminalizar protestas populares de gente desarmada, con ollas y palitos en la calle, siendo reprimida por cuerpos de seguridad del estado con armamento de guerra. No convalidamos la violencia en ningún contexto, somos practicantes de la autodefensa y el cuidado a la vida y a lo vivo.
- Exhortamos al Ministerio Público y Fiscalía General de la República que por un acto de dignidad y respeto a sus funciones apegadas a los derechos humanos, investiguen la brutalidad policial, para-policial, las detenciones arbitrarias. Exigimos una actuación independiente y apegada a los derechos humanos.
- Denunciamos el bloqueo a medios de radio y prensa generando cercos informativos. Ya es suficiente que por años no se publiquen cifras oficiales, no es un punto de Seguridad de Estado, la información es un derecho.
- Hacemos un llamado a las tropas militares que viven y padecen la crisis nacional a que no usen sus armas contra el pueblo. Basta de promover la muerte, el pueblo venezolano ya ha sufrido suficiente.
- No seamos cómplices del Estado de Vigilancia y Control, cuidemos a nuestrxs vecinas y vecinos. Basta de terrorismo de Estado.
- Exhortamos a todos los sectores a la conciliación nacional y respeto a la sabiduría y voluntad electoral.
- Celebramos la protesta popular pacífica, acompañada y clara de su quehacer en la calle aunada a una comunicación asertiva.
- Hacemos un llamado a las personas más jóvenes a cuidarse, a mantenerse en contacto con las personas de su confianza, a organizar el entusiasmo y la rebeldía comprendiendo que es un contexto muy recrudecido por la violencia. Es fundamental mantenernos con vida, hay un territorio que reconstruir y todxs somos necesarixs. “La muerte no es opción”.
“Vamos con la vida y por la vida”
Nuestro voto va en contra de la tortura, en contra de las desapariciones, en contra de la represión de la libertad de expresión, en contra de las detenciones arbitrarias, en contra de la pulverización del salario, en contra de la no garantía de nuestros derechos sexuales y reproductivos, en contra del derrumbe y desmantelamiento de las instituciones, contra la migración forzada, contra la trata de personas, votamos por el cese de la violencia a la comunidad LGBTQIA+, a las mujeres liderezas comunitarias, defensorxs y activistas sociales, sindicales, ambientales, habitantes de sectores populares, en fin, votamos en contra de la ausencia de una vida digna, de los cuidados y la exaltación de la sobrevivencia.
Salud
Goce
Libertad
#JuntxsNosCuidamos
#ElGobiernoNosDebe
Las Comadres Púrpuras, julio 2024.
3 Comments
Excelente!!!!
Hola. Estoy totalmente de acuerdo con ustedes. Sólo echo de menos una crítica similar a la derecha, igual o peor, en términos de violencia que este gobierno. ¿por qué siempre se critica al gobierno (cosa que hay que hacer) y nos olvidamos de criticar a la oposición, a los intereses de las transnacionales, a los poderes imperiales (yankis, rusos, chinos...) que están incidiendo en la violencia?