Todas las personas dependen de los cuidados de otros durante la mayor parte de sus vidas. El trabajo de cuidados comprende la producción de bienes y servicios esenciales para la vida, como la preparación de alimentos, la realización de tareas de apoyo físico y emocional, la transmisión de conocimientos y valores y el acompañamiento a las personas para garantizar su bienestar.
Este tipo de trabajo subraya la interdependencia entre las personas que reciben los cuidados y las que los proveen (de forma remunerada o no remunerada), y debería entenderse como un derecho (a cuidar, a ser cuidado, a no cuidar y a auto cuidarse).
Sin embargo, en la práctica la tarea de cuidar recae casi exclusivamente sobre las mujeres. La pandemia producida por la COVID-19, ha puesto sobre la mesa, cuán relevantes son los servicios de cuidado y las demandas de los movimientos de mujeres y feministas en todo el mundo se movilizan en función de demandar servicios de cuidados de calidad y accesibles para todas las mujeres. De igual forma, adquiere relevancia el papel que tienen los trabajadores sanitarios, especialmente las enfermeras y cuidadoras a domicilio.
En esta oportunidad, queremos compartir la segunda consulta elaborada en el marco de la campaña #quiencuidaalasquecuidan, en la que queremos explorar la percepción de las mujeres sobre las labores de cuidado y el uso del tiempo. Si bien es cierto que la precariedad no distingue género, ni grupo de etario, no es posible obviar que la mayor carga en la gestión y administración de los cuidados, en Venezuela, recae sobre las mujeres. La ausencia y en general la enorme precariedad con la que funcionan los servicios públicos supone una recarga del tiempo invertido a las labores de cuidado, lo que limita aún más las posibilidades de movilidad y autonomía de las mujeres.
La iniciativa #QuienCuidaALasQueCuidan, es un ejercicio de investigación-acción feminista que, además de documentar la experiencia y las demandas de las mujeres en materia de servicios públicos, cuidado y trabajos, espera contribuir al reconocimiento del trabajo de las mujeres, y lo que eso significa para la sociedad venezolana y la propia reconstrucción de su tejido social.
El Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales (ILDIS), la Fundación Soy Mujer y el Colectivo de Investigación-Acción Las Comadres Púrpuras, coincidimos en la necesidad de fortalecer alianzas para sumar voces a los esfuerzos que intentan dar voz, visibilidad y agenda a la experiencia de las mujeres venezolanas en el contexto de la pandemia, producida por la covid 19 pero también de cara al futuro.
Les invitamos a completar y difundir esta segunda Consulta sobre «Labores de cuidado y uso del tiempo en Venezuela», a través del siguiente enlace:
One Comment
Nuestro valor en la sociedad no esta donde debería estar, las mujeres en los servicios públicos, en cualquier empleo o en el cuidado debe ser respetado y valorado, ya que nosotras nos esforzamos en dar lo mejor de sí para desempeñar cualquier actividad que nos pongan.
Me molesta demasiado, no tener el mismo valor que los hombres y me refiero a la capacidad de poder llevar una tarea de una forma profesional, las mujeres somos mucho más que tener hijos, ser esposas y amas de casa.
Tenemos que darnos nuestro propio valor, me anoto en esta campaña sin pensarlo dos veces.