Realidad salarial y los trabajadores

dali amanecer

La crisis de hiperinflación de la economía venezolana ha dejado al trabajo asalariado (condición de la mayoría de los trabajadores) como el recurso más vulnerable y debilitado. Actualmente el salario mínimo integral equivale a menos de 5$ no oficiales y menos de 50$ oficiales, siendo literalmente sueldos de miseria y hambre.

Es por ello que el pasado 24 de abril de 2018 se realizó el conversatorio sobre “La realidad salarial y la lucha de los trabajadores”, convocado por diferentes organizaciones políticas y de trabajadores (específicamente el Sindicato de Trabajadores de la UCV – SINATRA-UCV, el Sindicato de Trabajadores de Artes Gráficas – SUTAG, el Sindicato Nacional Bolivariano   de Trabajadores y Trabajadoras de CONATEL – SINBTRACON, el Sindicato de Trabajadores de FOGADE – SUTRABFOGADE, la Asociación de Jubilados y Pensionados del Metro de Caracas – AJUPEMECA, el Consejo de Trabajadores Simón Bolívar, el Colectivo de Trabajadores en Revolución – CTR, la Juventud Obrera Católica – JOC, Marea Socialista, Lucha de Clases, la Liga de Trabajadores por el Socialismo – LTS y Las Comadres Púrpuras). Este evento debía inicialmente desenvolverse en el auditorio de la sede de la CANTV ubicada cerca de la estación de metro Artigas, en el municipio Libertador de la ciudad capital. Pero, misteriosamente, una orden “venida de arriba” decidió, a última hora, no prestar el espacio para esta actividad. A pesar de este claro intento de impedir el encuentro, los organizadores del mismo activaron su “plan B” y acondicionaron un espacio dentro de las instalaciones del Sindicato de Artes Gráficas (SUTAG) ubicado en las inmediaciones de la estación Maternidad, en la populosa parroquia San Juan.

El evento contó con una concurrida asistencia, a pesar de la maniobra antes descrita y, ante unas doscientas personas, pudieron empezar las ponencias a las 10 de la mañana. Abrió el ciclo de cuatro ponencias el vocero de la corriente Lucha de Clases, Leander Pérez, quien duró quince minutos en su intervención (al igual que los otros tres ponentes que le sucedieron) y quien enfocó su intervención en la injusta política de bonificación del salario llevada adelante por el gobierno central. Luego tomó el derecho de palabra Manuel Sutherland, economista y vocero del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO), quien analizó, a través de un estudio muy documentado, el fenómeno de pulverización del salario y sus raíces macro-económicas. Le sucedió el vocero de Marea Socialista, Juan García, quien ubicó la recuperación del salario en el marco de un plan de emergencia para salir de la crisis. Finalmente, el vocero de la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS), Angel Arias, presentó propuestas concretas en relación con la defensa del salario, sin desvincularlas, al igual que los que lo antecedieron, con medidas económicas de carácter general.

Después de esta cuatro ponencias los asistentes al conversatorio escucharon tres testimonios de trabajadores en lucha: el de los trabajadores de la empresa privada de artes gráficas Ultra, el de las trabajadoras de la empresa privada Ovejita y el de Denny Brazón, dirigente sindical despedido del Consejo Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL).

  1. Finalmente, se abrió el derecho de palabra para que los presentes pudieran intervenir. Este debate duró aproximadamente una hora y media, tiempo en el cual se dio un acalorado debate sobre lo que más afecta a nuestra clase trabajadora y a nuestro pueblo más humilde en general: nuestros cada vez más depauperados salarios, la hiperinflación y la necesidad de formular propuestas que permitan vislumbrar un horizonte para salir de la crisis sin precedentes por la cual está pasando Venezuela. De este nutrido y efusivo debate salieron las siguientes propuestas:
  2. Cese a la bonificación del salario, ya que, por un lado, el bono de alimentación, que hoy en día representa la mayor parte del ingreso salarial, no incide en las prestaciones, utilidades, vacaciones y jubilaciones, y, por otro lado, los bonos que reparte actualmente el gobierno no representan sino un paño de agua tibia que no compensa la pulverización del salario ni se entrega sobre la base de criterios objetivos y justos, sino discriminatorios, clientelares y no ajustados a derecho. La bonificación representa, en los hechos, una política anti-obrera que lleva a cabo el gobierno nacional.
  3. Superación de los vínculos de dependencia y de domesticación en relación con el Estado.
  4. Medidas contundentes contra la guerra económica.
  5. Cese a la emisión de dinero inorgánico o sin respaldo como medida de emergencia para frenar la hiperinflación y la carencia de dinero en efectivo. Hay hiperinflación cuando la inflación es de más de 50 % en un mes, que es lo que viene ocurriendo a partir de octubre de 2017 en Venezuela. De abril de 2017 a abril de 2018, por ejemplo, la inflación es de 8200 %, según cifras del CIFO.
  6. Lanzamiento de una producción nacional, que revalorice el trabajo.
  7. Toma de conciencia de que el salario no es únicamente aquello que nos pagan sino el salario de carácter social, es decir todos los servicios, los cuales no son monetarios (salud, educación, luz, transporte, aseo urbano, etc)
  8. Auditoría pública y ciudadana de las cuentas de la república, por todo el dinero otorgado por el gobierno a las empresas importadoras y repatriación inmediata de alrededor 500 mil millones de dólares que se han fugado del país en la última década, so pena de expropiar las empresas involucradas en este defalco.
  9. Constitucionalización del salario: esto significa hacer cumplir el artículo 91 de la Constitución, según el cual el salario mínimo vital nacional debe ajustarse a la canasta básica (que no es únicamente la alimentaria). Esto es posible tomado en cuenta las recaudaciones siderales de impuestos, especialmente el IVA, por parte del SENIAT.
  10. Toma de conciencia de que somos los propietarios públicos de todos los recursos de este país.
  11. Diseño de un plan de emergencia inmediato para salir de la crisis.
  12. Toma de conciencia de que la alarmante situación social y económica que estamos padeciendo es fruto de los intereses de clase de las cúpulas políticas y económicas.
  13. Escala móvil de salarios. Si aumentan los precios deben automáticamente subir los salarios, en relación con la canasta básica. Es una demanda básica elemental. Y sólo se puede lograr mediante la actualización permanente de los contratos colectivos.
  14. Control obrero y popular de precios, ejercido directamente por los trabajadores mediante comités de delegados electos por ellos. Esto no tiene nada que ver con el actual y falso control ejercido superficialmente por el Estado.
  15. Movilización masiva, permanente, autónoma y combativa de los trabajadores.
  16. Supervisión de la administración de las empresas por parte de los trabajadores y control obrero de las mismas.
  17. No subordinación de nuestros intereses de clase a los de las clases dominantes, lo que implica contar únicamente con nuestras propias fuerzas, como trabajadores y elevar un programa de independencia de clase.
  18. Cese al pago de la deuda externa.
  19. Necesidad de perder el miedo a protestar, criticar y denunciar las desviaciones y malas actuaciones de los funcionarios públicos.
  20. Creación de empresas por parte de los propios trabajadores.

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Somos un grupo de amigas, parias y rebeldes. Nos dimos cuenta que la brujería y los movimientos paganos comunicacionales son lo nuestro. Aún pateando calle y con un poco de paciencia, nos adentramos en el mundo cibernético. Ladramos, mordemos y cuando llega el momento nos ponemos el monóculo. Maestras en el arte comunicacional y politólogas, aferradas a la loca idea de cambiar al mundo con un poco de humor.

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