Un grupo de mujeres y hombres, decidimos realizar en el marco del Marzo Rebelde y Autónomo, el pasado martes 6 de marzo, dirigirnos a la Unidad de Atención a la Víctima de la Fiscalía General de la República, ubicada en la Av. Rafael Urdaneta de Caracas,
Es importante resaltar que esta acción va de la mano con la ausencia de cifras públicas sobre la discriminación estadística en cuanto a la cantidad de femicidios y atención de casos que realizan los distintos órganos competentes del Estado.
Desde vestimentas de paganas, lanzamos un trayecto desde la Plaza la Candelaria hasta esta entidad. La lluvia acompañó nuestros pasos, nuestro gritos y consignas. La ruta inició tarde, mientras nos encontrábamos todas las brujas y comenzar está andanza de irrupción callejera. Es impresionante ver los rostros de la gente cautivada con las vestimentas,. El apoyo se mostró cuando al llegar al recinto la gente que esperaba por ser atendida, se solidarizó y se estuvo atenta con el rito de protesta.
Es relevante informar que al no manejar cifras públicas, no se puede realizar balance ni menos crear políticas acordes con las necesidades de las mujeres. Esto es como llamamos muchas de las compañeras y compañeros, un punto de honor para la agenda feminista. Cómo es posible que no se discuta ni se exija la co-responsabilidad del Gobierno actual del Presidente Nicolás Maduro, con esta exigencia, una política que se viene implementando desde el año 2015. Estamos hablando de 3 años de zozobra y de impunidad en cuanto a la socialización de estadísticas confiables, que nos permita como movimiento de mujeres luchar, y ejercer una práctica compatible con una realidad que sensibilice a todas y todos los habitantes de Venezuela. No compartimos la política emanada de un Gobierno que nos quiere ignorantes, indiferentes e indolentes con las mujeres y hombres de nuestro país.
Entre ritos, conjuros y hechizos fuimos a expresar nuestra indignación por el incremento del femicidios en el año 2017 y en lo que va de 2018, cifras que manejamos por el trabajo constante de diversas compañeras para mantener mínimos observatorios e investigaciones para visibilizar una terrible realidad. La escasa celeridad a los casos de violencia en contra de la mujer y la revictimización que hace el personal de esta fiscalía a las mujeres, cuando van a denunciar. Así como recordar a Linda Loaiza en su loable lucha por la nula atención a su caso.
Sabias qué…
Un 38% de los asesinatos de mujeres que se producen en el mundo son cometidos por su pareja masculina.
El 38% de los femicidios que se cometen en el mundo son perpetrados por la pareja. Además de la violencia de pareja, el 7% de las mujeres refieren haber sufrido agresiones sexuales por personas distintas de su pareja.
Alrededor de todo el mundo, una de cada tres mujeres (o el 35%) ha sido objeto de violencia física o violencia sexual bien dentro o fuera de la pareja.
Entre consignas como:
¡Ni Una menos, vivas nos queremos!,
¡Es femicidio, no crimen pasional!
¡Basta de violencia y de impunidad, el femicidio, no es crimen pasional!
Con Linda Loaiza se hicieron los paisas
Nuestra protesta estuvo cargada de hechizos y ritos brujísticos que lanzamos mientras leíamos a los 4 vientos nuestro manifiesto de lucha, para tratar de generar una movilización de conciencia no sólo en el personal de la fiscalía, sino también de las y los transeúntes que por allí pasaban, ya que si… la fiscalía no nos protege que nos proteja la brujería!
Nos encontramos con que la fiscalía bajó la santamaría mientras leíamos nuestro manifiesto. Así están las instituciones en nuestro país: no quieren escuchar, no quieren ver y menos aún quieren pronunciarse en contra de las distintas manifestaciones de violencia de las que somos víctimas muchas mujeres. Varias de las mujeres no sobrevivieron. Por ello, nos apostamos a las afueras de la fiscalía a visibilizar a las ausentes, las que pudieran haberse salvado si las instituciones pertinentes hicieran su trabajo.
El personal de seguridad hizo todo lo posible por sacarnos de este lugar público, pero si la lluvia no nos detuvo, menos aún la representación del patriarcado.
Así que seguimos en la lucha por la reivindicación de nuestros derechos.
Las mujeres en #VenezuelaParamos.
Ni una menos, vivas nos queremos.