05/28/2020 La pandemia del COVID-19 está generando cambios abismales y visibles en los contextos socioeconómicos, acelerando la profundización de la brecha de desigualdad, la violencia contra las mujeres y niñas, la discriminación y el empobrecimiento; sin embargo, de forma más silenciosa y menos visible, se encuentra el impacto en la salud sexual y salud reproductiva; por esta razón en el marco de la campaña “Grito por la Salud de las Mujeres”, queremos plantear las preocupaciones, los impactos y las demandas frente a la garantía de la salud sexual y salud reproductiva de las mujeres y personas jóvenes.
¿Qué ha pasado con los servicios de salud sexual y reproductiva?
- En la mayoría de países de América Latina y el Caribe, estos servicios están siendo postergados y desatendidos.
- Los servicios de rutina, pruebas de enfermedades de transmisión sexual (ETS), atención prenatal, anticoncepción y acceso al aborto; se encuentran en el final del listado de prioridades de los gobiernos o no se encuentran.
- Debido al confinamiento obligatorio y movilidad restringida, se incrementaron las barreras legales y administrativas para el acceso al aborto seguro.
- Por el tránsito reducido, existe desabastecimiento o difícil acceso a insumos médicos como antiretrovirales, misoprostol, mifepristona y anticonceptivos.
¿Cuáles son los impactos que tiene la falta de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva en las mujeres?
El Instituto Guttmacher presentó en el mes de abril el informe “Crisis en el horizonte: pérdidas devastadoras para la salud reproductiva mundial debido al COVID-19”[1] y estas son algunas de la cifras que dan cuenta del impacto de la emergencia sanitaria en la salud sexual y reproductiva:
- Sólo con una disminución del 10% en el acceso a los servicios de atención por el impacto del COVID-19 en los países de ingresos bajos y medios, generaría 3 millones de abortos inseguros.
- Se calcula que pueden llegar a existir 15 millones de embarazos no deseados más de los que actualmente se dan y 28.000 muertes de personas gestantes durante el año 2020.
- Se predice que aproximadamente 49 millones de personas tendrían insatisfechas sus necesidades en el acceso a los anticonceptivos modernos.
¿Qué demandamos a los gobiernos de América Latina y el Caribe?
- Garantizar el aborto como un servicio de salud ESENCIAL y eliminar las barreras en su acceso, ya que esto permite preservar la vida y salud de las mujeres y otras personas con capacidad de gestar y abortar. El aborto es un procedimiento urgente que no debe posponerse porque puede poner en riesgo la vida y salud de las mujeres.
- Reforzar la disponibilidad de los medicamentos para el aborto farmacológico en clínicas, hospitales, atención primaria y farmacias, incluso sin receta, evitando así el colapso de los servicios de salud y garantizando el aborto seguro y acompañado en casa.
- Garantizar la disponibilidad de preservativos, terapia de sustitución de opiáceos, agujas y jeringas estériles, reducción de daños, profilaxis previa a la exposición y pruebas de VIH.
- Provisionar insumos de planificación familiar y otros, incluidos aquellos relacionados con la salud menstrual.
- Facilitar el acceso a los tratamientos antiretrovirales teniendo en cuenta las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de entregar medicación para tres meses o más.
- Cumplir con el Paquete Mínimo de Servicios Iniciales para la Salud Reproductiva, incluidas las crisis de salud pública[2].
Finalmente, es necesario prestar atención a las poblaciones más vulnerables y que enfrentan barreras estructurales y sistemáticas en el ejercicio de sus derechos antes de la pandemia, porque estas desigualdades históricas se exacerban frente a la crisis global.
La obstaculización o la falta de acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluido el aborto seguro, impacta de manera diferenciada a las poblaciones marginadas que siempre han enfrentado barreras legales, económicas, sociales, culturales y administrativas en la atención.
Asimismo, es necesario incluir a las mujeres, jóvenes y personas LGBTI en la construcción de las salidas y posibles soluciones, ya que por lo general quienes toman las decisiones al respecto son hombres, blancos, heterosexuales, mayores y con poder adquisitivo, personas que no enfrentan los impactos y la falta de acceso.
[1] Women’s Refugge Commision. Paquete Mínimo de Servicios Iniciales para la Salud Reproductiva en situaciones de crisis.
[2] 2020. Instituto Guttmacher.